jueves, 18 de noviembre de 2010

Urgente aprobar Ley General de Cambio Climático para mitigar este fenómeno: Rubén Velázquez


México, Distrito Federal, miércoles 17 de noviembre, 2010.




Necesaria coordinación entre tres órdenes de gobierno y sociedad para enfrentar efectos de cambio climático

Discurso del senador del PRD, Rubén Fernando Velázquez López, en el foro Agenda Legislativa de Cambio Climático: Retos y Oportunidades para México, en el Auditorio Sebastián Lerdo de Tejada, del Senado de la República.


Rubén Fernando Velázquez López. Muy buenos días a todos y a todas. Saludo la iniciativa y cristalización de la realización de este foro, porque nunca va a estar de más escuchar a los especialistas, escuchar a los políticos, qué es… y a los ciudadanos, qué es lo que tienen que decir, qué es lo que tenemos que apuntar y qué acciones son las que tenemos que llevar a cabo en este tema como ya se dijo desde este podium, es sumamente importante.

Yo creo, es mi convicción personal, desafortunadamente no la comparten algunos en la acción, pero yo creo que es el tema más importante de esta generación, podemos atender bien o regular otros temas, todos los demás temas, pero si este tema no lo atendemos con seriedad, no lo atendemos con profesionalismo, con compromiso y con ética, todos los demás temas no van a servir de nada.

Y no falta mucho para ser testigos y si no es que actores de las catástrofes en el mundo, que ya hemos empezado a sufrir algunos y/o algunas estas cuestiones.

Estados de nuestro país, hay algunos estados de nuestro país que por su situación geográfica muy probablemente tienen una mayor incidencia en los problemas que está generando el cambio climático, además de la dispersión de la población y que no se aplican los reglamentos que tiene este país, para lo que se denomina el uso de suelo.

Se le deja que cada quien se asiente donde quiera, forme pueblos donde quiera, haga lo que quiera, en donde quiera y a la hora que quiera, pareciera que es un país sin leyes, sin reglamentos, sin gobierno en muchas cosas, y cuando vienen los desastres cómo nos lamentamos.
Cómo nos lamentamos de esa falta de autoridad, de esa falta de aplicación de leyes. Y pareciera que no las tuviéramos, pues sí están, la noticia es que sí están las leyes y los reglamentos, pero luego no se aplican, el gobierno no tiene la voluntad de generar gobernabilidad a través de la aplicación de las leyes de los reglamentos que diversos gobiernos y diversas legislaturas han creado, para dar esta gobernabilidad que se necesita.

Y cuando vienen esos desastres nos lamentamos, luego llega el gobierno con miles de millones de pesos, este año se está hablando de 100 mil millones de pesos destinados a atender a estas urgencias, a estos desastres y les digo una cosa, la experiencia en mi estado que es Chiapas es que nunca quedan las cosas igual.

Nunca el gobierno tiene la capacidad para reestablecerle el patrimonio perdido a una familia o a un pueblo por un desastre ecológico, generalmente se llega con frazadas, se llega con algo de dinerito para que pasen unos días, se llega con algo de despensas y ahí se va, y la desgracia le queda a la gente y nos seguimos lamentando porque no aplicamos los reglamentos como debe ser, el orden municipal, el estatal y el federal dejamos que se asienten donde sea.

Pero también, tiene que ver, sin duda alguna, con este problema que está generando el cambio climático: lluvias demasiado violentas o sequías demasiado prolongadas, son los extremos.

Por lo tanto, en el Senado de la República nos encontramos profundamente preocupados por los evidentes e inminentes estragos que la explotación indiscriminada de los recursos naturales está provocando al planeta.

Frente al mayor riesgo que los efectos adversos del cambio climático representan para los países en desarrollo y debido a los vagos acuerdos y compromisos de la décimo quinta Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático "Cumbre de Copenhague", es imperante que los líderes mundiales y los parlamentarios, redoblemos esfuerzos para cristalizar acuerdos que permitan un uso racional, eficiente y sustentable de nuestros recursos.

Reconociendo que el cambio climático podría poner en peligro los ecosistemas, el bienestar futuro y progreso económico en todas las regiones del mundo.

Los cambios climatológicos pronosticados para el siglo XXI tienen el potencial de conducir a transformaciones futuras de gran escala, y probablemente irreversibles en los sistemas de la tierra, de acuerdo a la proyección central del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, es decir, cambiar las condiciones de vida en el planeta tal y como lo conocemos.

Durante los últimos 50 años, los países desarrollados emitieron a la atmósfera alrededor de 600 mil millones de toneladas de CO2, de los cuales el 37 por ciento corresponden a combustibles fósiles y cemento, en tanto, el 63 por ciento corresponden a uso de suelo.

La contribución de México a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero es de 643 millones de toneladas de GEI emitidas, lo que representa el 1.5 por ciento del total mundial, y el lugar 93 por emisiones per cápita.

Esto quiere decir que si bien, nuestro país ha contribuido al aceleramiento del fenómeno del cambio climático por los graves problemas de deforestación que sufrimos por décadas, así como por nuestra dependencia en el uso de combustibles fósiles, sobre las energías renovables el mayor daño al medio ambiente y desequilibrio de los ciclos naturales del clima han sido generados por los países en desarrollo.

Los argumentos científicos sobre la gravedad del problema que representa el cambio climático para el mundo y para México, son claros y son contundentes.

El panorama para nuestro país es sumamente delicado por sus condiciones climáticas, orográficas e hidrológicas, que entre otros factores contribuyen a que el país sea una de las zonas más vulnerables del mundo, ubicando este fenómeno como una cuestión de seguridad nacional.

Para nuestro país, además de desarrollo, de desarrollar y fortalecer políticas públicas eficaces en materia de cambio climático, es urgente establecer objetivos consolidados para una propuesta legislativa.

La agenda y propuestas, entre otros detalles, deben estar sustentadas en la investigación científica de los expertos en el campo y en la participación ciudadana.

Así, en mi carácter de senador integrante de la fracción parlamentaria del PRD y miembro de la Comisión de Medio Ambiente, y de la Especial de Cambio Climático, puedo afirmar que es imperante la aprobación de una Ley General de Cambio Climático, el establecimiento de una agenda priorizada de las reformas al marco jurídico federal existente, el impulso de acuerdos y posicionamientos necesarios en materia de cambio climático con la comunidad internacional, las entidades federativas y municipios, todo ello a fin de lograr la consolidación de políticas públicas frente a este fenómeno, mismas que deben ser impulsadas desde todas las comisiones del Congreso de la Unión.

El marco jurídico en materia de cambio climático debe comprender los dos principales ejes rectores de mitigación y adaptación, debe contener una planeación obligatoria a largo plazo que permita y asegure la adaptación de las regiones más vulnerables, así como la coordinación, participación y revisión permanente de políticas y acciones, metas de mitigación y adaptación de todos los órdenes de gobierno y de la sociedad.

Con un marco jurídico adecuado y la implementación de políticas públicas al respecto se logrará el mejoramiento de las capacidades nacionales, lo que representa una mayor seguridad energética y alimentaría, menores costos para el desarrollo económico, un mejor posicionamiento para negociaciones internacionales y conservación de nuestro capital natural, es decir, una mejor calidad de vida dentro del desarrollo sustentable.

Actualmente hay diversas minutas, iniciativas con proyectos de decreto y puntos de acuerdo referentes a las acciones frente al cambio climático, son analizadas para su dictamen tanto en la Cámara de Diputados, como en este Senado, son 15 las iniciativas y minutas pendientes de dictamen relacionadas con el cambio climático.

Entre las acciones legislativas más relevantes que se desarrollaron durante esta LXI legislatura destaca la minuta por el que se reforma el artículo séptimo y se adiciona una fracción denominado del cambio climático, se está incorporando este tema.

Bajo estas breves consideraciones no me queda más que resaltar el compromiso de los parlamentarios mexicanos, para fortalecer y proponer un marco jurídico adecuado y efectivo que nos permita adaptarnos y mitigar los efectos del cambio climático.

Como legislador comisionado en la próxima XVI Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático será prioridad el exponer ante la comunidad internacional, el posicionamiento y compromiso de nuestra nación, pero más importante aún será el trabajo activo en la construcción y generación de acuerdos y compromisos, siempre diferenciados para los países en vías de desarrollo.

Coincidentemente, aquí en la Ciudad de México es hoy la sede de la Cumbre Mundial de los Líderes Locales y Regionales, que se desarrolla a la par de otros eventos regionales e internacionales, encuentros de discusión en torno al cambio climático.

Cabe señalar que entre los acuerdos más ambiciosos de esa cumbre se encuentran la tentativa de firmar un pacto para que los alcaldes se comprometan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Finalmente, comparto con todos ustedes una realidad innegable ante el fenómeno del cambio climático: no se pueden mitigar los efectos de cambio climático de manera sustentable, sino se informa debidamente a la población sobre sus consecuencias.

La participación social es la clave en la encomienda para controlar los estragos negativos ante la variación climatológica, nosotros los legisladores estamos comprometidos con diseñar y aprobar mecanismos que permitan y fomenten el desarrollo sustentable a través del marco jurídico en materia de cambio climático.

Todos debemos entender que esta realidad es la que heredaremos a las futuras generaciones y que de ellos dependerá la vida tal y como hoy la conocemos, ojalá tengamos la responsabilidad de caminar para adelante.